viernes, 20 de mayo de 2011

NIVEL DE RENTA PER CÁPITA POR HABITANTE EN RELACIÓN CON LA UE

El gráfico objeto de comentario representa la evolución de la evaluación de las relaciones del nivel de renta per capita de España con la medida de la UE desde la celebración de su Tratado de adhesión (1985). El valor de la referencia, 100, es el nivel medio de la renta per capita de los estados miembros. En los años 2004 y 2005 podemos apreciar una diferencia en el valor de la renta per capita española, teniendo de cuenta la ampliación, de 15 a 25 estados miembros, que se produjo. Esta diferencia es producida porque los nuevos estados miembros poseen una renta per capita inferior a la de los 15 estados miembros, ya que acababan de incorporarse al capitalismo después de desprenderse de una economía socialista del bloque soviético, durante la Guerra Fría.

Podemos observar que a lo largo del período en el que España pertenece a la CEE, hasta el tratado de Maastricht (1993), o UE, el país sufre un proceso intenso de convergencia hacia el valor medio comunitario, del 72% (1986) al 90% (2005), si no contamos con la ampliación de los 10 países, o del 99,1%, si tenemos en cuenta dicha ampliación. Durante más de 2 décadas, el desarrollo económico de Europa ha sido considerable por lo que éste intenso proceso de convergencia nos indica que el crecimiento económico, basándonos en la renta per capita, ha sido espectacular.

El inicio de la España en la CEE fue difícil. Nuestro país quería entrar en la CEE desde los años 60 pero sólo fue posible a través de la Transición Democrática, mediante la apertura de un proceso de negociación sistemático y efectivo, que se completó con la forma del Tratado de adhesión a la CEE de 1985, con Felipe González como presidente del gobierno. Finalmente en 1986 se incorpora Portugal junto con España, a la que se le impusieron condiciones muy duras que. Lógicamente, se aceptaron. A España se le concedieron largos períodos transitorios para las actividades económicas en las que España era más competitiva, y cortos períodos transitorios en las actividades económicas en las que España era menos competitiva. España tuvo que esperar 7 años para poder beneficiarse de las principales ventajas de pertenecer a un mercado único europeo basado en la libre circulación de mano de obra, mercancías y capitales. En algunos sectores los periodos transitorios para la circulación de productos españoles o para algunas actividades, como la pesca, se previó más largos de lo que en realidad fue. También se concedieron largos plazos para el desarme arancelario, en el sector industrial español poco competitivo y para el libre establecimiento de los bancos y aseguradoras europeas. La liberación de los monopolios fiscales tuvo que aceptarse. El impacto inicial fue el aumento del desempleo y la inflación, aunque en pocos años se revirtió. Entre 1989 y 1992, el proceso de convergencia española se intensificó; entró un gran volumen de capital extranjero, sobretodo en el sector industrial. Desde el punto de vista político, éste periodo de tiempo fue muy importante ya que España apoyó el proceso de construcción europeo, principalmente el cambio de la CEE a la UE, acordado en el Tratado de Maastricht (1993). Desde el punto de vista económico, podremos apreciar novedades muy importantes como fueron el reconocimiento del principio de solidaridad entre las regiones europeas para superar las diferencias de renta y la inflación de un calendario para la construcción de la unión económica y monetaria. Se sustituyen las monedas nacionales por el euro en el 2000.

El periodo de tiempo comprendido entre 1992 y 1995 se caracteriza por coincidió con una grave crisis, mayor en España. Se detuvo el proceso de convergencia de renta. Se recuperó espectacularmente a partir de 1996. Desde el año 1996 hasta el año 2005, la renta media española con relación a la UE, creció del 79%(1996) al 90,1% (2005), sin tener en cuenta las ampliaciones realizadas en el año 2004, fue decisivo para este crecimiento el mantenimiento, por el gobierno de José María Aznar, de las ayudas europeas ya obtenidas por el gobierno anterior de Felipe González, a través de la FEDER, FSE,… España fue uno de los países mas beneficiados de la política agraria comunitaria. El campo español fue uno de los primeros que cumplió los exigentes requisitos para la adopción del euro como moneda europea.

Después de la incorporación de los 10 países, mediante el tratado de adhesión del 2004, la situación apunta a un cambio notable. En éste momento la renta media española es casi igual a la media europea por lo que apenas puede beneficiarse de la transparencia de fondos comunitarios públicos, que se destinará para los países del Este. La actual crisis, que se inició en 2008, sitúa a España en una complicada situación, ante la recuperación de dicha crisis, puesto que el país sufre un endeudamiento público y privado, además de poseer una alta tasa de desempleo, pero España no podrá recibir ayudas europeas para solucionar este problema debido a su alto nivel de renta per capita.

Dentro de poco España será contribuyente neto a los presupuestos comunitario y se tendrá que beneficiar de la UE, a partir de la propia competitividad de su economía productiva.


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